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La Bodega Cristo del Humilladero Parcelshop, situada en la pintoresca localidad de Cadalso de los Vidrios, en la comunidad de Madrid, es un rincón donde la tradición vitivinícola se entrelaza con la modernidad. Con casi un siglo de historia, esta bodega cooperativa cuenta con más de 400 socios, de los cuales alrededor de 100 aportan sus viñas y uvas para la elaboración de vinos de calidad. La bodega destaca por su compromiso con la producción artesanal, utilizando técnicas que evocan métodos antiguos, como fermentar en tinajas de barro y cemento, además de incorporar acero inoxidable y barricas de roble en su proceso.
Los visitantes tienen la oportunidad de disfrutar de visitas guiadas, donde un guía carismático comparte la historia de la bodega y los secretos de su producción. Estas visitas suelen incluir una cata de vinos, acompañada de deliciosos aperitivos como embutidos y quesos de la región, lo que convierte la experiencia en un festín para los sentidos. Según los testimonios de quienes han visitado la bodega, el vermut que elaboran es especialmente apreciado, así como la gastronomía local que se ofrece en su pequeño restaurante.
La bodega no solo se preocupa por crear un ambiente acogedor y educativo, sino que también se esfuerza por ser inclusiva. Su espacio es accesible para personas con movilidad reducida y se ha convertido en un lugar amigable para la comunidad LGTBI+. Además, ofrecen la opción de servicio a domicilio, facilitando así que sus productos lleguen a más personas.
Con una alta valoración en Google, la Bodega Cristo del Humilladero ha sabido ganarse el corazón de sus visitantes, quienes destacan la calidad de sus vinos y la amabilidad de su personal. La combinación de un entorno histórico, prácticas sostenibles y un enfoque en la experiencia del cliente hace de esta bodega un destino imperdible para los amantes del vino y la gastronomía.
¡No pierdas la oportunidad de visitar la Bodega Cristo del Humilladero y descubrir por ti mismo la riqueza de sus vinos! Te invitamos a sumergirte en una experiencia inolvidable que combina cultura, sabor y tradición en el corazón de Madrid.
Ubicación de la bodega:
Dirección: C./ Extramuros, s.n
Código postal: 28640
Localidad: Cadalso de los Vidrios
Provincia: Madrid Provincia
Coordenadas: -4.443669, 40.303067
Información de la bodega
Datos de contacto
Teléfono: 918 64 00 63Página Web: https://vinosdecadalsoygredos.com/
Horario:
Horario Hoy
: 9:00–14:00| Lunes: | Cerrado |
| Martes: | 9:00–14:00, 16:00–18:00 |
| Miércoles: | 9:00–14:00, 16:00–18:00 |
| Jueves: | 9:00–14:00, 16:00–18:00 |
| Viernes: | 9:00–14:00, 16:00–18:00 |
| Sábado: | 9:00–14:00 |
| Domingo: | 9:00–14:00 |
Opiniones de los Clientes:
Valoración en Google: 4.50 en 166 valoraciones
Valoraciones por Estrellas:
Algunas opiniones de clientes:
Muy interesante visita a la bodega que tiene casi un siglo de existencia. Su dueño nos explicó su singular manera de preparar sus vinos, prácticamente como se hacía antaño casi sin químicos ni agregados, simplemente con paciencia y esperando que la naturaleza haga su trabajo en los tanques de cemento y posteriormente en las botellas. Al terminar la visita nos ofreció una degustación de 3 vinos acompañados de tortilla, embutido y queso. Sin dudas una linda salida para hacer a poco más de 1 hora de Madrid
Nos encantó la visita a la bodega. Muy instructiva e interesante. El guía muy ameno y la cata final con un aperitivo muy completo. Nos gustó mucho el vermut a muy buen precio. Los vinos de Madrid piden sitio en el mercado nacional. Volveremos.
Visita muy agradable y divertida gracias al guía, Andrés, que te explica todo el proceso con un toque de humor y con un lenguaje entendible para todos los públicos. La cata muy completa y con un aperitivo rico. Después comimos en la propia bodega un cocido que estaba muy rico. Lo pasamos genial!
La visita guiada como tal me gustó mucho, una bodega con mucha historia y sobretodo el señor tan agradable que la imparte de manera tan divertida. En cuanto a la cata, ante todo pretendo hacer una crítica constructiva. Ni soy experto ni es mi intención menospreciar sus vinos (y menos sabiendo todo el trabajo humano que hay detrás y que también para gustos, colores), pero sintiéndolo mucho no me entusiasmó ninguno. He hecho muchas catas y, en mi humilde opinión, no me gustó por ejemplo que con una misma copa probásemos hasta 6 vinos, teniendo que enjuagar la copa con agua echando el resto todo el mundo en un mismo cubito; sin ser un sibarita esto no da sensación de mucha higiene y menos cuando fuimos tantas personas. Eché de menos más explicación de los tipos de sensaciones en el paladar, teniendo que preguntar mucho, y en cuanto al maridaje no nos recomendaron probar con tal vino tal aperitivo (que cuando apenas íbamos por el segundo vino ya habían volado) para contrastar. Los dibujos raros de las etiquetas y esos nombres de los vinos no invitan mucho a la imaginación, son tan extraños y poco comerciales que costaba quedarse con alguno. El vermut que hacen está exquisito (también lo venden), y recomiendo encarecidamente comer en su restaurante (la ternera de Ávila estaba espectacular) en el que todo es casero y nos atendieron de maravilla.
