Roble

Nuestra tradición tonelera data en sus principios de 1.483, cuando la gran demanda de Vinos de Jerez hace que el Cabildo Municipal promulgue las Ordenanzas del Gremio de la Pasa y la Vendimia de Jerez, estableciendo las reglas de las condiciones de elaboración y capacidades que debían tener las botas (barricas) de Jerez.

En el caso de Jerez, las botas más apropiadas son de roble americano y no siguen las reglas de los vinos de otras zonas, sino todo lo contrario, ya que en nuestro caso cuanto más viejas mejor para que los taninos no influyan en el vino en demasía, ya que la crianza de nuestros vinos no se hace por maceración de madera, sino por crianza bajo “Velo de Flor” y por oxidación por contacto con el aire a través de los poros de la madera lentamente en la oscuridad y el silencio de nuestras bodegas.