Fermentación

El proceso de fermentación se produce en dos fases, siendo una primera tumultuosa, en la cual el 90% del azúcar se convierte en alcohol etílico y anhídrido carbónico, muy violenta en las primeras 36 horas y con una duración de entre 3 y 7 días dependiendo de la temperatura ambiente.

Después empieza una segunda fase, lenta, que finaliza en noviembre, en la cual el vino joven va creciendo y obteniendo las características que lo definirán en su primera clasificación.